martes, 11 de diciembre de 2007

Maestro ignorante



“Instruir puede, por lo tanto, significar dos cosas absolutamente opuestas: confirmar una incapacidad por el propio acto que pretende reducirla, o inversamente forzar una capacidad que se ignora o se niega reconocer y desarrollar todas las consecuencias de ese reconocimiento.
El primer acto se llama embrutecimiento y el segundo emancipación”



“El Maestro Ignorante”
Autor: Jacques Ranciere

Reflexión:

Uno de los procesos más importantes de nuestra vida son el “embrutecimiento” y la “emancipación”, ya que, por razones obvias, nos vemos enfrentadas a éstos desde nuestra infancia. Puesto que necesitamos un empujón, para poder empezar; necesitamos de alguna instrucción para poder formarnos como personas y alcanzar una madurez cognitiva. Entonces ahí es cuando se acaba el embrutecimiento y comienza la emancipación.
En sí, en lo que estemos haciendo nos vamos a ver enfrentados a estos procesos, ya que, cuando nuestra mente está en blanco, siempre va a existir alguna persona que tome un plumón y escriba sus conocimientos en ella (embrutecimiento). Sin embargo esto acaba cuando nuestro ser necesita ir mas allá y encontrar sus propias respuestas (emancipación), de acuerdo a nuestras necesidades y etapas de la vida con la que nos encontremos.
Esto se ve claramente reflejado en el aula, cuando el maestro nos dicta, nos llena de contenidos, nos entrega todos sus conocimientos, no dándonos la instancia de lograr un desequilibrio en nuestros esquemas cognitivos y de obtener nuestro propio aprendizaje.
Por ejemplo, dentro del aula las actividades que el maestro podría realizar son:
- trabajos de investigación
- trabajos colaborativos
- ensayos

Cuando el alumno logra realizar estas actividades, es cuando logra la emancipación. Sin embargo es muy importante que el profesor (quien siempre debe estar en un constante proceso de emancipación) actúe más como guía, o mediador de los aprendizajes, que como un supremo que todo lo sabe.

Hoy en día existe un modelo de enseñanza que permite que los alumnos logren emanciparse, yendo más allá de las típicas formas de aprendizaje (saliendo del método instructivo del maestro). Éste método, es el método Montessori (aspectos de la vida diaria, llevadas al juego), el cual permite que el niño encuentre la solución a sus problemas, mediante la construcción de sus experiencias concretas. Aquí, el niño marca su propio paso o velocidad para aprender y esos tiempos tiene que ser respetados.
Uno de los materiales es el “tablero Montessori”. Un cubo que contiene, en cada una de sus caras, una actividad de la vida diaria (abotonar y desabotonar; abrochar y desabrochar; subir y bajar cierres, etc), pero de manera didáctica y entretenida para los niños. Por ejemplo, por una de sus caras tiene un trozo de género con botones y ojales, y los niños deben abrocharlos y desabrocharlos, como se dijo anteriormente, considerando los ritmos de aprendizaje de cada niño.


No hay comentarios: